Entrevista a Liliana Pérez Cantillo 

Especialista en lactancia materna, Duola y Fisioterapeuta 

La lactancia materna es la mejor manera de facilitar a un recién nacido todos los nutrientes necesarios para un sano desarrollo. En la Clínica Comfamilair contamos con asesorías en la lactancia materna integra, que permite que las madres primerizas tengan toda información relacionada con la actividad y la práctica que conlleva esta etapa. 

La relación madre e hijo en la lactancia inicia desde la primera hora del recién nacido. Es fundamental un contacto piel a piel inmediatamente nace el bebé. El personal médico, entrenado en lactancia materna, debe ser quien haga posible un primer acercamiento. 

Unas horas después del parto y cuando se verifique que la madre está más tranquila, relajada y consciente de la situación, es fundamental realizar una intervención para que ella tenga toda la información necesaria del cuidado integro de ambos.

Más allá de lo físico, es necesario y muy valioso entender que se debe intervenir la parte mental de la madre, a partir de su validez e importancia de una nueva etapa de vida, todo desde una manera lúdica. 

El potencial emocional es fundamental para el desarrollo del inicio de la lactancia, de acuerdo a esto se evalúa qué tan efectivos serán los resultados en la práctica, desde el acercamiento del bebé al seno, a través de una postura adecuada, es decir cómo se acuesta la madre en la cama, cómo se acomoda, cómo puede cambiar de posición sin que existan incomodidades, cómo se pega al bebé al seno, hasta el encuadre entre madre e hijo que lleve a que se inicie una alimentación pertinente con el bebé.

La madre debe ser consciente que la lactancia materna es el alimento número uno para su hijo. 

Debe asumir y estar prepara para iniciar con una nueva práctica que la convierte en un ser indispensable para el sano crecimiento de su bebé. 

Y comprender que la fisionomía, anatomía y el curso natural de la lactancia materna se debe llevar a cabo respetando los tiempos de producción lactante. Todo proceso es difícil, pero no imposible. 

MIEDOS    

Las preocupaciones son inevitables, el que una madre primeriza no se sienta en la total capacidad de producir la suficiente leche para su bebé, es completamente normal. Todos es un proceso que va por etapas de adaptación para ambos.

El dolor, la madre tiene la capacidad de moldear el seno, acomodarlo y lograr un enganche cómodo y sano tanto para ella como para su bebé. No debe existir dolor en el proceso de lactancia, cuando esto ocurre es una señal de alerta. 

Sí posible trabajar y lactar, siempre y cuando dentro del lugar de trabajo se faciliten las adecuaciones de espacios y tiempos.

BENEFICIOS 

La lactancia materna permite que a través de ella el bebé pueda tener todos los nutrientes necesarios: anticuerpos, antialérgicos, antiparasitarios, factores que ayudan a su crecimiento y enzimas.

Al ser la leche materna un potencial escudo de defensas lleva a que el sistema inmune del bebé vaya en aumento. 

Protege al lactante de enfermedades frecuentes, como la diarrea y la neumonía, siendo estas las dos causas principales de mortalidad infantil en todo el mundo. 

Mientras que, para la madre, los beneficios también son varios, entre ellos, reducir el riesgo de cáncer de mama y ovarios.

Lactar a un recién nacido ayuda a que la madre recupere más pronto su peso anterior al embarazo, y evita que se corran riesgos de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares.  

RECOMENDACIONES 

La maternidad se ha venido romantizando, esta tiene muchos matices de colores, y cuando la madre no está bien emocional o físicamente, esto hace que las afectaciones repercutan sobre el bebé y se generen mayores daños para ambos. 

Buscar una postura cómoda para la lactancia materna, si la madre no está cómoda, el bebé tampoco lo estará. Es fundamental encontrar posiciones en donde ambos se sienta en calma. 

Es primordial que exista una paz emocional y mental en la madre. Si es necesario, buscar ayuda de un profesional, ayudará a que se encuentren soluciones a los daños y se lleve a tener un equilibrio. 

Descansar el mayor tiempo posible, dormir le permite a la madre recuperar energías necesarias y producir más leche materna. 

Tener paciencia con el proceso. Lograr entender los cambios, debido a las libertades o responsabilidades que trae la etapa, llevará a que exista una mayor conexión madre e hijo. 

Contacto físico durante el tiempo de lactancia, transmitir afecto, seguridad, amor y confianza al bebé es indispensable para un sano desarrollo emocional. 

Es posible lactar, y esto conlleva a que existan dificultades frente a la lactancia materna, pero sanar las heridas y cicatrices, bajo el lema del amor y no del sacrificio, cuando la madre está dispuesta, es lo que lleva a superar todo tipo de inconvenientes, y ver las situaciones como oportunidades de crecimiento.

La lactancia materna debe ser una decisión propia y consciente por parte de la madre. Que la desinformación no nos lleve a no permitir dar un sano desarrollo a cada recién nacido. 

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