Desde el área de salud de Comfamiliar Risaralda se vienen implementando una serie de actividades con el objetivo de hacer del parto una mejor experiencia para la mamá y su bebé. Un programa que va en crecimiento con avances muy significativos que lo convierte en un referente de la región.

Es ante todo una filosofía del área de salud de Comfamiliar Risaralda que ha permitido en los últimos años un servicio de parto mejorado a todas sus pacientes afiliadas y futuras mamás. “Su lema es tener partos más felices para tener niños más felices”, dice Claudia Patricia Vélez Gómez, enfermera y coordinadora del área de ginecobstetricia de Comfamiliar Risaralda. Comenzaron a trabajar en el programa a partir del año 2017 con capacitaciones de sensibilización que permitieron evidenciar el tipo de actividades que se debían trabajar con las pacientes siguiendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud. “Aunque el primer paso fue convencer al personal médico de lo que podíamos hacer independientemente de los recursos. Y sobre todo que funcionaría con completo éxito. Hemos avanzado mucho, pero aún nos falta bastante, es una labor de entrega diaria para mejorar, crecer y llegar a resultados cada vez más importantes”, enfatiza la coordinadora. 

Cierto día dos pacientes comenzaron a hablar de parto humanizado y a hacer peticiones a las enfermeras de la clínica de cómo querían vivir su experiencia. Eso llevó a ese personal de atención encabezado por Claudia Patricia Vélez a investigar el término. Encontraron que había gente en diferentes lugares del mundo y del país trabajando bajo ese concepto. “Por ejemplo las doulas que realizan un acompañamiento a las gestantes durante su proceso. Nos contactamos con una de ellas y nos brindó una capacitación en este tipo de atención donde participaron también los ginecólogos, las auxiliares de enfermería y las enfermeras del servicio”, explica Vélez Gómez. 

Y así poco a poco fueron implementando múltiples actividades, algunas de ellas de tipo terapéutico como la música, hasta llegar al acompañamiento dirigido a las pacientes durante el proceso. “Trabajamos muy de la mano con el área de psicología que fue muy importante para nosotras en ese tiempo. Había una psicóloga permanente en el servicio que acompañaba a las pacientes. La capacitadora que era la doula hizo también acompañamiento de algunas pacientes, esos resultados fueron muy importantes y nos dejaron asombradas. No ha sido fácil, aún hay un poco de temor e incertidumbre en el personal de enfermería por esa otra persona permanente encargada de ese acompañamiento y pendiente de lo que están haciendo las enfermeras. Pero ahí vamos poco a poco, quitando esas barreras, hemos logrado un acompañamiento del 98 % de nuestras pacientes”.  

Al día de hoy son muchas las actividades y líneas del trabajo que el programa ha desarrollado   para el bienestar de las pacientes y sus bebés: 

  • Ingesta de líquidos claros, es decir, se le permite a la paciente durante el trabajo de parto tomar agua o alguna bebida energética suave, e incluso, ingerir algunos alimentos semisólidos. 
  • Trabajo con balones de pilates. Desde el cubículo donde están ubicadas las pacientes pueden hacer ejercicios y movimientos (sentarse, balancearse) para su beneficio físico y emocional. “Mejorar esa capacidad pélvica para un parto mejor”
  • A las pacientes se les recomienda adoptar la postura que a ellas más les plazca durante el parto y el trabajo de parto. Sentadas, paradas, acostadas, de lado, de cuclillas, como más quieran. “Libertad de movimiento para que su bebé descienda de manera adecuada”. 
  • Algunas pacientes pueden manejar compresas calientes. A futuro esperamos tener un calentador para que sea un servicio para todas las pacientes y poder hacer masajes. 
  • Acompañamiento del padre (o familiar o persona cercana) durante el parto. Es muy importante porque establece un vínculo entre la persona que hace el acompañamiento, la madre y el recién nacido. “Tener ese primer contacto con el bebé, sentirlo y escuchar la voz afianza los lazos paternos y maternos, el vínculo familiar que debe existir para una mejor crianza. Lo que se busca con el parto respetado o humanizado es que tengamos seres humanos más felices, mejor acondicionados y con vínculos familiares más fuertes”.  
  • Contacto piel a piel. Si el bebé nace con una condición adecuada se deja en el vientre de la mamá, solo se le hace el secado con compresas tibias y limpieza de boca. Se deja en pleno contacto con la mamá aproximadamente una hora para afianzar el vínculo materno e iniciar el proceso de lactancia. Bebé y mamá están sin ropa, solo con una cobija encima para guardar el calor. Hay vigilancia permanente para evitar cualquier complicación. 
  • Educación en lactancia materna. Se hace acompañamiento en el proceso de lactancia, ese primer momento suele ser en ocasiones muy difícil. “Pero ahí estamos muy pendientes para ayudarlas, entrenarlas y acompañarlas en todo lo que necesiten. Y si se complica hay un acompañamiento mucho más dirigido”
  • Plan de parto. A partir de las 34 semanas las pacientes pueden enviar su plan de parto solicitando cómo quieren el proceso. Y de acuerdo a las condiciones de la clínica, con sus protocolos y normas internas, se responderá si se puede o se llega a un acuerdo. Hay pacientes que incluso hacen un recorrido por la clínica y se les explica más detalladamente. 
  • Desde mediados de noviembre de 2022 comenzaron el manejo del dolor con analgesia obstétrica. 

“Todo lo anterior lo hemos implementado a través del programa de parto humanizado, y vendrán muchas más actividades y estrategias, con el objetivo siempre de mejorar esa experiencia para la mamá y su bebé”, concluye Claudia Patricia.  

Destacado: “Lo que se busca con el parto respetado o humanizado es que tengamos seres humanos más felices, mejor acondicionados y con vínculos familiares más fuertes”.  

Dato a resaltar: Desde el año 2017 a través del programa de parto humanizado de Comfamiliar Risaralda se ha logrado un acompañamiento del 98 % de las pacientes. 

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