El día 26 de marzo se conmemora el día de la prevención del cáncer de cuello uterino o cáncer cervical y desde Salud Comfamiliar queremos extender la invitación al público general a educarse sobre el tema y los servicios de los que dispone nuestra IPS para garantizar la concientización, atención y el cuidado de las usuarias risaraldenses.
Pero para poder hablar de prevención primero es importante educarse sobre qué es el cáncer de cuello Uterino, el cual se puede definir como una enfermedad maligna ontológica que afecta a las mujeres en el cérvix uterino o mejor conocido como cuello uterino. En Colombia se le considera como una enfermedad de alto impacto debido a que este tipo de cáncer es el segundo tipo de cáncer que más aflige a las mujeres colombianas, siendo aún más letal que el cáncer de mama, además mundialmente se lo conoce por ser el cuarto tipo de cáncer más común y la cuarta causa de muerte por cáncer más común.
Desde el programa de Atención Integral del Cáncer (ÁTICA) se considera al cáncer de cuello uterino una enfermedad que si bien se atiende con menos frecuencia que el cáncer de mama tiene tanta importancia como este debido al tipo de personas que suelen contraerlo, en su generalidad mujeres jóvenes. Por esto el ÁTICA dispone de un modelo de atención que enfatiza el tratamiento de este y otros tipos de cáncer en todas sus fases, desde su prevención y detección temprana hasta su diagnóstico y posterior tratamiento, siguiendo una ruta que asegure la atención oportuna de los pacientes y su navegación por los diferentes servicios médicos que ofrece Salud Comfamiliar.
Sin embargo, tanto desde el ÁTICA como desde la Organización Mundial de la Salud se considera al cáncer de cuello uterino una enfermedad prevenible, esto mayormente en virtud a la estrategia 90/70/90 de la OMS la cual postula tres metas que giran alrededor de la prevención, detección y tratamiento oportuno del cáncer de cuello Uterino.
La primera de estas metas es lograr que un 90% de las niñas entre 9 y 17 se encuentren vacunadas contra el virus del Papiloma Humano, un virus de trasmisión sexual que afecta al ADN y puede causar múltiples tipos de cáncer en las áreas genitales de las personas infectadas. El Papiloma Humano es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes y por ende es importante vacunar a los menores de edad contra este.
La segunda meta es lograr que el 70% de las mujeres pasen por pruebas de tamización como la Citología Cervico-Vaginal o las pruebas de ADN para detectar el virus del Papiloma Humano. Detectar de manera oportuna o precoz algún problema genético es un paso de gran importancia para la prevención del cáncer cervical y por ende la tamización (realización de pruebas a personas sanas para detectar enfermedades en formación o identificar riesgos a salud) es crucial.
Sin embargo, uno de los grandes retos para lograr esta tamización es la existencia de creencias erróneas o constructos culturales e ideológicos que -históricamente- le han hecho creer a muchas mujeres que este tipo de citas preventivas son peligrosas, dolorosas o inaccesibles, cuando en la actualidad entidades como Salud Comfamiliar aseguran la accesibilidad a este tipo de servicios, permitiendo a las mujeres risaraldenses acceder a citologías a bajo costo, sin riesgos y sin trabas para su realización.
Por último, la tercera meta consiste en lograr que el 90% de las mujeres con un diagnóstico de cáncer reciban tratamiento oportuno, entiéndase que puedan acceder a algún tipo de tratamiento contra el cáncer en menos de 30 días después de recibir su dictamen médico. Este fácil y pronto acceso a los servicios y tratamiento que Salud Comfamiliar ofrece es uno de los trabajos de ÁTICA.
Para asegurar el cumplimiento de estos objetivos es que existen días como el 26 de marzo, cuya conmemoración sirve como recordatorio y como una estrategia de visualización para generar conciencia educar a la población, recordar que las mujeres no están solas y que la prevención del cáncer comienza en el auto-cuidado. Al respecto de esto la doctora Verónica Andrea Bolaños, médica líder del programa ÁTICA extiende la invitación a todas las mujeres: “No se queden con ese diagnóstico en sus manos… si lo tienes tráenos ese informe patológico a la oficina del ÁTICA que estamos prestos para ayudarte y orientarte en el proceso” un mensaje que queda para las mujeres de Risaralda llamándolas a hacer uso de los cada vez más avanzados métodos de prevención, detección y tratamiento del cáncer, para “que todas las mujeres seamos garantes de hacer valer nuestros derechos”.